Mi soledad y yo
Ahogado en un río sin fondo
Sellados mis anhelos en mi pecho,
Tratando de contarle mis penas a la almohada, aguantando la tristeza oculta tras la máscara de una sonrisa.
Alabada sea la noche para no tener que mostrarme débil ante ti, ni ante nadie, sin tener que dar explicaciones de como me siento y fingir que me siento tan mal y decaída, como si una simple gripe provocará que me sienta patética y tonta.
Mi soledad y yo estamos esta noche tratando de encontrar consuelo en el porvenir.
Tratando de encontrar una forma de dejar todo en el pasado.
Tratando de mantener mi autoestima y estabilidad mental a flote.
Tratando de consolarme a mi misma y eludir las mentiras e ilusiones que yo misma propicie.
Alguien me hace sentir viva y luego me destruye, no culpó quizá a nadie de mis penas, pero tampoco me exento de culpa alguna.
Mi soledad y yo hablamos de ti esta noche, hablamos de lo hermoso que eres, de lo efímero que fuiste en mi corazón, de la felicidad que mereces, de tu compañía, de lo feliz que me haces aunque no seas mío.
Nos hacemos daño a veces sin querer, el tiempo no arregla corazones en trozos y más cuando han estado así por varios años.
Mi soledad y yo nos preguntamos que hemos estado haciendo mal para merecer esto, que hemos estado haciendo para alejar el amor de nuestra vida, siempre obteniendo malas experiencias.
¿Desde cuándo el amor solo es cosa de la éite, de los cuentos de hadas, de las novelas románticas, de las canciones de amor, de las películas, de las chicas pretenciosas que fingen ser buenas?
Me has dejado un vacío que nunca imaginé, yo que jamás pensé que pudiera llorarte, hoy estoy aterrada aceptando mi error, esperando la noche se me acaban los días enterrando en mi pecho tu imagen mi amor.
Para que no digas que no me interesas arriesgue mi corazón.
Voy a llevarme la obsesión conmigo y la ahogare en el largo camino.
Ahogado en un río sin fondo
Sellados mis anhelos en mi pecho,
Tratando de contarle mis penas a la almohada, aguantando la tristeza oculta tras la máscara de una sonrisa.
Alabada sea la noche para no tener que mostrarme débil ante ti, ni ante nadie, sin tener que dar explicaciones de como me siento y fingir que me siento tan mal y decaída, como si una simple gripe provocará que me sienta patética y tonta.
Mi soledad y yo estamos esta noche tratando de encontrar consuelo en el porvenir.
Tratando de encontrar una forma de dejar todo en el pasado.
Tratando de mantener mi autoestima y estabilidad mental a flote.
Tratando de consolarme a mi misma y eludir las mentiras e ilusiones que yo misma propicie.
Alguien me hace sentir viva y luego me destruye, no culpó quizá a nadie de mis penas, pero tampoco me exento de culpa alguna.
Mi soledad y yo hablamos de ti esta noche, hablamos de lo hermoso que eres, de lo efímero que fuiste en mi corazón, de la felicidad que mereces, de tu compañía, de lo feliz que me haces aunque no seas mío.
Nos hacemos daño a veces sin querer, el tiempo no arregla corazones en trozos y más cuando han estado así por varios años.
Mi soledad y yo nos preguntamos que hemos estado haciendo mal para merecer esto, que hemos estado haciendo para alejar el amor de nuestra vida, siempre obteniendo malas experiencias.
¿Desde cuándo el amor solo es cosa de la éite, de los cuentos de hadas, de las novelas románticas, de las canciones de amor, de las películas, de las chicas pretenciosas que fingen ser buenas?
Me has dejado un vacío que nunca imaginé, yo que jamás pensé que pudiera llorarte, hoy estoy aterrada aceptando mi error, esperando la noche se me acaban los días enterrando en mi pecho tu imagen mi amor.
Para que no digas que no me interesas arriesgue mi corazón.
Voy a llevarme la obsesión conmigo y la ahogare en el largo camino.

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